por Daniel C. Ruacho.
Int. Muchas iglesias evangélicas han creído ya por tradición que antes de la segunda venida del Señor Jesucristo a la tierra, siete años antes para ser precisos, se dará lugar al rapto de la iglesia que consiste en una venida misteriosa del Señor para recoger a la iglesia fiel. Pero ¿Qué implicaciones tiene esta doctrina del rapto?
Describiré el orden de acontecimientos de la doctrina del rapto.
Implicaciones.
Mateo 24:30; 25:6-10; Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
31. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
6. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!
7. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.
8. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.
9. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.
10. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
Lucas 17:29-30; 30. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.
31. En aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás.
1 Corintios 1:7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;
8. el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.
1 Tesalonicenses 1:10; 10. y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
1 Tesalonicenses 5:2 1. Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba.
2. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;
3. que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.
4. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.
5. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.
6. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
I Tesalonicenses 4:1515. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
16. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
17. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
II Tesalonicenses 1:7-8; 6. Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan,
7. y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,
8. en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;
9. los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,
Hebreos 10:3737. Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
II Pedro 3:10; 10. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
II Pedro 3:12;12. esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!
13. Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.
Revelación 2:25; 25. pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga.
Revelación 22:7,12,20 7. ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. 12. He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. 20. El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.